miércoles, 21 de marzo de 2012

Nuestra llegada a tailandia, Bangkok

. Buenas! Llego el día de dejar la India. Prometemos un relato con nuestras conclusiones sobre lo experimentado este mes y medio, pero eso recién lo podremos hacer en unos días,cuando la excitación actual por lo vivido y la tristeza que ahora nos invade, no confundan nuestras sensaciones. Cuando esta excitación y esta tristeza, den paso a nuevos sentimientos,y de a poco se vayan transformando en la nostalgia que inspire nuestras palabras.
Nos mudamos de país!Tomamos un vuelo por Air Asia, una de las aerolíneas de bajo coste más recomendadas, y en unas tres horas aproximadamemte pasamos de la multitudinaria Calcuta a la no menos poblada Bangkok. Cerca, en la distancia, pero tan lejos una de otra en el día a día!
Resulta difícil asimilar, e impacta un poco pasar tan rápidamente de un lugar al otro. No es un simple paso de fronteras,no se trata tan solo de cruzar un océano da la sensacion de haber estado en un mundo diferente.
Si a uno le vendaran los ojos, y lo dejaran en un hall, con unos cuantos asientos formando una improvisada sala de espera; un par de aletargados policías con la mirada perdida en cualquier cosa menos en lo que deberian estar controlando ; dos o tres ventanillas de vidrios con evidente falta de limpieza ; un kiosco con su antigua máquina de café unas escasas golosinas tan repartidas en el espacioso mostrador que nunca llegarán a conocerse una con la otra ; yevidentemente reservan una oxidada cartelera con nombres de ciudades y horarios, seguramente nadie creería que ese hall pertenece al aeropuerto internacional de calcuta, una de las principales ciudades de la India : Pero como nosotros no somos personas de desconfianza, y luego de mas de un mes apreciando las construcciones indias,hicimos vista ciega a las apariencias y nos sentamos en esa sala de espera aguardando la partida de nuestro vuelo.
En el horario establecido comenzó el embarque, al igual que en nuestro viaje de ida y vuelta a las islas Andaman, nos dieron sin solicitarlos los asientos situados junto a la salida de emergencia. Al otro lado del pasillo también ocupaban estos asientos unos turistas, así que no fue una casualidad, evidentemente los reservan para extranjeros con algunos vuelos encima, confiando en que en caso de ser necesario responderán mejor ante una situación no! deseada. Si supieran que jamás prestamos atención a esos densos cinco minutos en que las azafatas detallan desganadamente los pasos a seguir en una emergencia ! Igualmente en este caso asumimos la responsabilidad otorgada y seguimos atentamente las explicaciones.
Como les contamos en tres horas aterrizamos en Bangkok, un modermisimo aeropuerto. Aquí nos controlaron la documentación que certificaba nuestra vacunación contra la fiebre amarilla y nos otorgaron la visa por tres meses, gratuita, a diferencia de la mayoría de los países a los que solo se la dan por un mes y pagando unos cuantos dólares. No tenemos idea como es la selección para estar en uno u otro lado de la lista, por el momento nos contentamos con no averiguar mucho y agradecer la pertenencia al grupo de los países "free visa ".
Una vez que recogimos el equipaje nos acercamos a una ventanilla de informacion,allí nos dieron un mapa de la ciudad y nos explicaron como ir a la zona donde nos alojariamos. El aeropuerto es tan grande que luego de unos minutos nuevamente estábamos perdidos. Otra vez a una ventanillade informes, un nuevo mapa, y un nueva forma de ir hacia donde queríamos! Muy distintaa laanterior! Solo coincidía en que lo primero que teníamos que tomar era el skytrain, asi que hacia ahi nos dirigimos. Después de comprar
los boletos, preguntamos otra vez lo mismo,y otra vez la informacion fue distinta. Decidimos hacer caso a esta última que consistía en combinar el skytrain con un colectivo.
Mucho se habla de los atardeceres en Tailandia, como una de las cosas mas lindas que tiene este país, uno lo imagina tirado en una solitaria playa,con una cerveza en la mano y mirando como el sol se pierde en el horizonte de un mar eterno. Pero un atardecer en el skytrain de Bangkok??Nunca imaginamos que podía ser tan lindo! Uno de los soles mas hermosos que jamás hayamos visto! El color naranja sobre los edificios de una ciudad que empezaba a oscurecer era digno de una postal .
Luego de unos treinta minutos y unas seis estaciones bajamos en la que nos correspondía. A partir de aquí, una lucha en la que salimos derrotados intentando encontrar el colectivo que debíamos tomar. Una chica de Alemania, cansada de buscar lo mismo, se unió a nuestra derrota y a nuestro taxi. Arreglamos con el conductor pagar 50 baths cada uno ,en ese momento creiamosque era buen precio, después nos informaron turistas mas experimentados en esta ciudad, que solo hay que tomar taxis que estén dispuestos a hacer uso del taximetro, ya que la tarifa es mucho mas baja. Seguramente huieramos pagado por este viaje unos 70 baths en total contra los 150 nos cobró, pero como eramos tres la diferencia mucho no se notó, asi que fue una buena y no tan dolorosa para el bolsilo manera de enterarnos como funcionaba la cosa.
Después de buscar un buen rato,nos alojamos en "MyHouse Guesthouse ",por 250 baths la noche (300 baths son 10 dólares), un precio excelente para la media de hoteles en Bangkok . El hotel esta ubicado en una calle llamada Rambutri, paralela a Kao San Road, la popular calle mochilera, donde están la mayoría de boliches, y por lo tanto la mayoría de borrachos y ruidos hasta altas horas de la noche. Rambutri es una especie de Kao San Road pero mucho mas tranquila, abundan los hoteles, restaurantes,bares y puestos callejeros donde comer y hacer todo tipo de compras.
Después del chek in, salimos a caminar, ya era de noche, pero a diferencia de India,donde después de las 22 hs cada lugar se transformaba en una ciudad fantasma, aquí era como si a esa hora la vida recién empezara. Emi estaba copada, su sonrisa era gigante, mas que caminar iba como bailando por las calles, observando todo fascinadamente, parece ser que después de tanta tranquilidad inconscientemente necesitabamis un poco de alboroto.
Comimos en un lugar muy lindo, con mesas en la vereda y mucha gente. Probamos la cerveza tailandesa, Chang y Leo beer, nos queda pendiente Signha beer, pero seguramentre no faltará oportunidad y le llegará su turno de ser testeada, acá en Tailandia, conseguir cerveza a toda hora y en todo lugar no es ningún problema.
El día se nos estaba haciendo largo, asi que vencidos por el cansancio
volvimos al hostel a dormir.
Para nuestro segundo día, habíamos planeado ir por la mañana a la estación de trenes, nuestro siguiente destino era Chang Mai, una localidad norteña muy visitada, por lo que era recomendable sacar los pasajes con anticipación. Provistos de nuestro mapa, y con poco conocimiento previo de las distancias, pero con muchas energías, emprenderíamos lo que sería una extensa y calurosa caminata. Después de andar un buen rato concluimos que el mapa no estaba resultando muy útil, por lo que cambiamos la estrategia y preguntamos a la gente local como podíamos llegar. Poco a poco nos fueron orientando, hasta que afortunadamente dimos con un adolescente vestido con uniforme escolar, quién casualmente iba al mismo lugar que nosotros, asi que se ofreció a a servirnos de guía a lo que amablemente respondimos que si. Ya en la estación, era muy poca la disponibilidad de boletos para lps días siguientes, asi que compramos unos de los pocos que quedaban.
Continuando el paseo, pusimos rumbo hacia el barrio chino, próximo a la estación de trenes. En pocos minutos ya estábamos envueltos en los colores y olores que este lugar emanaba. Una mezcla de frutas, verduras, especias, y todo tipo de peces,tanto vivos como muertos, decoraban cada puestito de este barrio. Ver y oler todo esto nos recordó que eran casi las dos de la tarde, asi que nos sentamos en un puestito callejero para almorzar.
Nuevamente hicimos uso del mapa y comprobamos que estábamos a un par de cuadras del principal río de Bangkok, donde circula uno de los medios de transporte mas rápidos y económicos, los bote-taxi, . Obviamente no teníamos idea de la dirección que debíamos tomar,consultamos en la ventanilla de venta de tickets y subimos al primer bote que se hizo presente, bastante lleno, pero siempre con lugar para un par de personas mas. Las aguas del río, tan caudalosas como sucias, arrastraban ramas y hojas secas, además de las infaltables botellas y otros restos de basura, pero igualmente el paisaje que se nos ofrecía era muy agradable. Llegamos a una parada en la que la mayoría de los turistas bajaba, asi que seguuimos a la multitud, desconociendo por completo que los motivaba. Caminamos un par de cuadras y llegamos a uno de los templos mas famosos de la ciudad, :-) el Wat Po, donde reposa una gigantesca estatua de un buda reclinado. Es mucho mas agradable para la vista, recorrer los jardines y las galerías que esta estatua en sí, debe mas su fama al tamaño que a la belleza de su construcción.
Después del templo, nuevamentre al río y a tomar el barco que nos dejo en la zona de nuestro hotel.
El calor y la humedad de Bangkok se hacen sentir con mucha intensidad, asi que nos dimos una regeneradora ducha,y bajamos al hall del hostel donde pasaban una película, bastante nueva, de vampiros, a Emi le atraía mucho, ya se había leído cada uno de los libros, asi que nos acomodamos en unos silloncitos a mirarla.
Esa noche comimos en la calle, compartimos mesa con un alemán de unos 50 años, y cuando le contamos que habíamos ido caminando hasta la estación de trenes, nos puso una cara de " uds están mal de la cabeza?? el barco los deja a 2 cuadras!! ". No quisimos quedar como unos ignorantes que hasta ese día no teníamos ni idea de la existencia de los bote-taxi, y le dijimos que lo hacíamos porque nos encantaba caminar! Compartimos un par de cervezas, y volvimos al hostel, estábamos fundidos.
Arrancamos nuestro tercer día en la capital tailandesa combinando bote y skytrain, para conocer los principales shoppings de la ciudad. No parecerá a simple vista un paseo de lo mas agradable y auténtico, pero habíamos leído muchas recomendaciones que incitaban a visitarlos. Recorrimos tres,de los tantos que había, y cocluuimos que la visita era bastante interesante, son shoppings enormes, algunos de mas de siete pisos, y entre las cosas mas raras había uno que tenia en el subsuelo un acuario donde entre otras atracciones se podía nadar y alimentar a tiburones.
Nos habíamos quedado sin libros, asi que siguiendo las directivas de la Lonely Planet, fuimos a una librería que recomenedaba. Compramos cuatro libros, de muchas paginas, y a un muy buen precio, esperemos nos alcance para lo que queda de viaje.
Anduvimos un buen rato caminando bajo el abrasador sol tailandés, intentando encontrar el Queen Park, con el cual nunca pudimos dar, asi que nuevamente combinamos tren y barco hacia nuestro hotel.
Buscamos un bar con WiFi, tomamos unas cervezas, y ya en la noche fuuimos a conocer el mercado nocturno de Patpong. Además de los típicos puestos de venta de ropas, adornos y comida, comunes a cualquier mercado, este Patpong es una concurrida zona roja, con innumerables cabarets, y "mujeres" que tienen manos mas grandes que las de Michael Jordan. A los atrevidos promotores de estos cabarets, poco les importaba que vaya con Emi a mi lado, se me acercaban y al oído me ofrecían entrar a uno de sus oscuros y tenebrosos
locales. Después de pasear un poco, volvimos al hostel a dormir.
Nuestro último día en Bangkok arrancó temprano, ya que a las 9 hs teníamos que hacer el chek out y dejar las mochilas en recepción. El tren hacia el norte partía a las 18 , asi que nos quedaban varias horas por delante.
La mañana la dedicamos a buscar un museo. Habíamos leído sobre el, mismo en un blog, no es una visita típica en Bamgkok, asi que mucha gente ni siquiera sabía de su existencia, incluidos los locales, que nos fueron manadando de una punta a la otra, hasta que, finalmente, y después de mas de 2 hs de búsqueda, pudimos encontrarlo, metido en medio de una enorme plaza. En Tailandia, todavía existe la pena de muerte, y hasta hace unos años la tortura era legal. Lo que este museo muestra, es la evolución a lo largo de los años de los distintos métodos de tortura y ejecución, todo bien documentado y detallado con dibujos, fotos y maquetas. Una visita real,ente interesante.
Como nos llevó una buena cantidad de horas encontrar y recorrer el museo, sin darnos cuenta se había hecho hora de almorzar, por lo que compramos algo en el súper y nos sentamos en la plaza.Aquí pasamos uno de los momentos mas lindos de Bangkok, viendo la vida diaria de la gente, ejercitamdose, paseando a sus hijos, o compartiendo una charla.Después de esto, emprendimos el regreso a nuestro hotel.
Como en menos de un suspiro habíamos pasado del frío norte de la India, al húmedo y caluroso Bangkok, debíamos renovar el vestuario. Ya habíamos dejado la ropa de abrigo en Calcuta, asi que después de pelear precios como siempre, y como nunca, nos llevamos todo lo necesario.
De vuelta en el hostel, necesitabamos bañar nos, y como aquí nadie controla nada,nos metimos como si todavía fuéramos huéspedes y en los baños compartidos nos duchamos.
Tomamos un taxi hasta la estación de trenes, y nos despedimos, por el momento, de la colorida, luminosa y cosmopolita Bangkok. Volveremos en unas semanas, cuando desde esta ciudad iniciemos el fin de nuestra aventura.

3 comentarios:

  1. Que lindooo!!!!! pero estan bastante atrasaditos con la redaccion... A 9 DIAS! =)

    ResponderEliminar
  2. La verdad!!!! se durmieron en los laureles!!!!Cuando vuelven al pago?. Y ahora, realmente, donde estan?.
    A mi ya me falta poquito, IUHUUUUUU!, ya no me banco mas las ganas de rajar!

    ResponderEliminar
  3. Al fin chicos... cuánto me hicieron esperar... Bueno, ahora apuren y sigan escribiendo porque hoy, a 21 de marzo, me pregunto dónde están?... ya de regreso al país??? Escriban , escriban que quiero leer hasta el finalllllllllllllllllllllllllllllllllllll!!!!!! Marcela.

    ResponderEliminar